Mi llegada a Costa Rica

     Quiero compartir una historia de mi pasado, de la llegada de mi viaje a Costa Rica. Tenía dieciocho años y era el primer tiempo que había salido de los Estados Unidos. Podía hablar español más o menos suficiente, había tomado clases en la escuela y acabé de trabajar en un restaurante mexicano con un amigo con quien planeé este viaje. Él ya estaba en la finca donde habíamos planeado quedar por unos meses y trabajar allí. Se llamaba “La Iguana Chocolate” y era una finca orgánica sostenible de cacao. Mi amigo, Wally, ya había estado allí por un mes y yo iba a juntar con él.

    Todo del aeropuerto y el primer día y noche fue normal, a pesar de que me emborraché demasiado en el hostal donde quedé. No obstante, las cosas no salieron según lo planeado el próximo día. Tenía las direcciones para cómo ir a la finca y empecé con llamar un taxi para la estación de autobuses. El taxista era muy amable y me dijo que los autobuses no funcionaban ese día por ser el domingo. Yo era tan crédula que lo creé. Me ofreció un precio por conducirme, creo que era algo como cuarenta mil colones (alrededor de setenta dólares). Acepté su oferta y me relajaba mirando el hermoso paisaje.

    Cuando llegamos al pueblo Quepos el conductor se volvió raro como diferente persona mala. Solo tenía cien mil colones en un billete y se lo di pidiendo el cambio. “¡No tengo cambio y que vaya!” Tenía mucho miedo en ese instante; cogí mis cosas y me fui. Me di cuenta de que él ya me había robado más que cien dólares cuando vi un autobús llegando al pueblo, podía ser el mismo que yo hubiera tomado por solo veinticinco centavos. Él me había mentido, los autobuses sí funcionaban.

    Todavía tenía un autobús más para llegar a la finca y pude encontrar el lugar donde esperarlo. Ese día tenía puesto zapatos Converse de color blanquecino y sabía bastante español para entender lo que oí diciendo un grupo de hombres detrás de mí, “¡Su piel es el mismo color que los zapatos!” En ese instante me sentí tan triste y avergonzada que pensé que no era una buena idea venir a Costa Rica.

     Necesitaba una señal de Dios diciéndome que estaba en el lugar correcto. Miré arriba y allí la estaba. ¡Era Wally! Fue pura coincidencia que él había decidido ir a Quepos ese día, él no sabía que yo había llegado ya. Nunca en mi vida había estado tan feliz de ver a un amigo. Juntos, yo sabía que todo estaría bien, y sí lo estaba. Era el viaje de mi vida que nunca me olvidaré y donde algún día regresaré.





Comentarios

  1. Hola Katie,

    ¡Gracias por compartir tu viaje a Costa Rica! Es un lugar mágico y mi favorito de donde he ido. Quepos es un lugar divertido con muchas actividades divertidas. ¡Es muy chiva que hayas encontrado a tu amigo sin avisarle que estabas!

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  2. Estoy tan feliz de que después de tu primer día horrible hayas tenido el mejor momento de tu vida. Hubiera sido tan aterrador estar en un lugar desconocido con una barrera del idioma, mientras también se hablaba y trataba con estafadores. No me lo puedo imaginar! Me alegro de que después de encontrar a tu amigo hayas podido tener una experiencia inolvidable allí! Cuando regreses, ahora podrás sorprender a todos con tu español!

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  3. Hola, Katie,

    ¡Me encanta los imagens de tu viaje a Costa Rica! Disfruto a ver el mundo través de los ojos de otros personas. Estoy alegrado que tú no cambies tú pensamientos de viajando porque de los hombres que se mencionaron el piel - ¡hay muchos personas en el mundo, y todos no son como ellos!

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  4. Realmente Costa Rica me pareció un buen viaje. También me gustaría viajar a América Latina para actividades de viaje. Creo que Costa Rica tiene una historia rica y, de hecho, bastante única en América Latina. Lo siento para todos experiencia de malo.

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